60 Aniversario

Un hotel con mucha historia

En el año 2008 el Hotel obtuvo la marca de prestigio Q de Calidad Turística.
Siguiendo esta línea de excelencia por la calidad, obtuvo en el año 2008 la marca de prestigio Q de Calidad Turística, siendo en la actualidad el único hotel de Dénia que la sigue manteniendo.

Por los años 1955-1956, un industrial madrileño, D. Francisco Estrela, enamorado de la ciudad de Denia, buscó una de las mejores parcelas para hacer un hotel de playa, pionero como pocos, ya que en aquella época, los terrenos mas cotizados no eran en absoluto los de primera línea de mar. Fue a elegir uno de los 100 mejores metros de fachada al mar en la playa de Las Marinas.

Es probablemente el km. 4, en el cual se ubica el hotel, uno de los más valorados por distintos motivos: la limpieza de sus playas, una fauna y una flora de gran belleza marina, y un importante punto de referencia para pescadores y submarinistas.

En el año 1959 se empezó a construir un pequeño hotel que se realizó en varias etapas. Una vez terminado, en el 1961, constaba de 58 habitaciones, cuarenta de ellas con vista al mar y 18 con vista a la parte sur del hotel y a la montaña del Montgó (por aquel entonces, sólo contaban con terraza las habitaciones con vista al mar).

El período de apertura del hotel era, en aquellos años, muy corto: únicamente se abría unos cuatro meses al año, desde Semana Santa hasta septiembre.

Fue en el 1964 cuando Antonio Sellés, padre de la actual Directora y propietario, dejó la Dirección de un hotel en Benidorm y volvió a su ciudad natal para hacerse cargo de la dirección del hotel Los Ángeles. Dos años mas tarde contraería matrimonio con Maruja Martínez y vendrían a regentar el hotel formando su familia y su vida siempre entorno al mismo.

En los años sesenta ya trabajaba con clientela nacional e internacional. Durante los meses de verano acudía al hotel numerosa clientela de Madrid siendo el mes de julio principalmente de afluencia francesa.

El mayor orgullo tanto de la familia Sellés como del equipo que forma el hotel, es poder saludar, año tras año, a un gran número de aquellas familias, cuya fidelidad al hotel queda sumamente demostrada. Fidelidad y tradición que pasa de padres a hijos y que nos llena de satisfacción.

Sin dejar de agradecer también al cliente que conoce el hotel desde hace poco tiempo pero que se siente igualmente acogido.

En el año 1983 el matrimonio Sellés adquiere la propiedad del hotel. Desde entonces una única premisa: “el compromiso de mejorar año tras año”. Todo beneficio obtenido, tras mucho esfuerzo, se invertía en la mejora del hotel. Prueba de ello es la cantidad de reformas y mejoras que se han venido realizando durante todos estos años.

Al poco tiempo se cambió la ubicación del restaurante. Se pasó este a la zona donde, en un principio, se encontraba el bar-cafetería, pasando a quedar la cocina antigua como zona de almacén. Se cambió también la zona de comedores para dar mas espacio al hall de entrada.

En la década de los noventa se transformó la recepción del hotel. Pasó de estar junto a la escalera de subida a las habitaciones y se construyó una nueva recepción mejor ubicada, junto a la puerta de entrada al hall.

La principal reforma de esta década, se hizo en el 1994-1995. Durante este período de tiempo se renovaron totalmente las habitaciones del hotel, dejando únicamente los pilares, realizando una importante reforma de las sesenta habitaciones, baños, pasillos, etc.. También cambió la fachada sur del hotel, pasando a tener terraza todas las habitaciones.

La segunda importante reforma fue en el 2002-2003, año en que se aumentó la capacidad del hotel, ya que se construyeron 19 habitaciones nuevas, once de ellas en la tercera planta, áticos-suites de gran belleza y privilegiada ubicación frente al mar.

Aunque la mayoría de los años no se han efectuado grandes reformas, siempre y cada año se ha ido cuidando los más mínimos detalles tanto de la decoración interior como la exterior. Habría que destacar, por citar algún ejemplo, la bodega del restaurante, la pérgola junto al mar, el bar de playa y los cuidados jardines y terrazas a un lado y otro del hotel.

En el año 2005 se construyó una piscina frente al mar.

En 2006, a parte de una mejora en la carpintería, iluminación y mobiliario de las habitaciones, se ha cuidado la imagen principal del hotel, la entrada, dando la bienvenida a los clientes como se merecen, con unos preciosos muros de mampostería, un suelo adoquinado e iluminado, una pérgola donde aparcar bajo sombra los coches y una preciosa fuentecita para refrescar las cálidas tardes de verano al sur.